Pasaporte, visa y estrategia: el marketing turístico
Desde los inicios de la humanidad, los habitantes de este planeta hemos migrado de un lado a otro, siempre movidos por diferentes razones, entre las que encontramos el instinto de supervivencia, el deseo de aventura, la búsqueda de conquista, riqueza y poder y ¿porqué no?, el simple hecho de reinventarse en nuevas tierras. Así, desde las migraciones a causa de las épocas glaciares, hasta nuestros días de la tan mencionada (y por algunos aberrada) globalización, el ser humano no ha dejado de viajar. Vaya oportunidad de negocio para muchos, ¿no crees?
:::Descubriendo nuevos mundos. Y nuevos mercados.:::
Los grandes navegantes como Colón, el capitán Cook y muchos más, se hacían a la mar con grandes sueños y anhelos de encontrar tierras míticas, llenas de tesoros y secretos para regresar triunfantes a sus puertos de origen. Así, el navegante genovés, buscando una nueva ruta para llegar a Oriente, descubrió fortuitamente un “nuevo mundo”, el cual con los años, se convertiría en un nuevo “mercado meta” para la corona española. Sobra decir que a la larga, este “mercado” (inserto aquí una disculpa a los historiadores de cepa, por comparar nuestro continente con algo meramente comercial) sería sumamente rentable para la actividad comercial de la Madre Patria. Siglos han pasado desde ese descubrimiento, y algunas cosas no han cambiado radicalmente, la gente sigue viajando y en esa actividad seguimos descubriendo nuevos mercados; en cierta manera, vivimos una nueva etapa de “conquista”, esta vez no con tanto tumulto, pero ciertamente muy rentable.
:::El marketing, las nuevas carabelas.:::
Si Colón llegó al nuevo mundo en sus carabelas, podríamos decir que ahora el marketing es la nueva embarcación en la cual muchos países han emprendido ese viaje aventurero, con espíritu de conquista. Así, en la última década se ha disparado la inversión publicitaria en materia turística. Y no solo nos referimos a la actividad aislada que realizan las cadenas hoteleras, líneas aéreas, navieras y similares, nos referimos a la interesantísima labor de mercadear países, regiones y ciudades. Si hacemos memoria, nos daremos cuenta de cómo cada vez más, vemos estrategias publicitarias para darle un posicionamiento claro a países y regiones que históricamente mantenían un bajo perfil en materia mercadológica. Ahora, la “conquista” no solo parte del viejo mundo, y para muestra los millones de turistas europeos que arriban año tras año a nuestro país, buscando vivir experiencias de compra placenteras, diferentes a lo que están acostumbrados en sus lugares de origen.
:::“País, marca registrada”:::
De acuerdo a cifras presentadas por las ONU a través de la Organización Mundial de Turismo, en 2010 los cinco países más visitados fueron Francia, Estados Unidos, China, España e Italia. Le siguen el Reino Unido, Turquía, Alemania, Malasia y México. De los primeros 5 países, los que experimentaron un mayor crecimiento en tráfico de turistas de 2009 a 2010 fueron los Estados Unidos con un 10.9%, seguido por China con un 10.1% y Francia –que lleva ya varios años siendo el país más visitado del mundo- con un 6.4% mientras que España creció un 1%, cediendo el tercer puesto a China, país que ha captado mucho de lo que muchos llaman ‘turismo de negocios’ más que el de índole recreacional. Cierto, los números son fríos y no nos pasan “la película completa”, pero al menos nos dan un indicador bastante válido de cómo se comporta el mercado turístico mundial.
Ahora bien, ¿qué han hecho países como España para estar en en el top 5 de esta lista durante tantos años? Simple, tras la caída del dictador Franco, este país experimentó una apertura cultural y económica que le permitió “venderse” en el mundo con un sello distintivo de libertad artística actual y radiante vida nocturna en sus metrópolis en contraparte a su vecino francés. Así, a principios de la década de los noventa y motivado por eventos tales como los juegos olímpicos de Barcelona y la Expo Sevilla, España mandó al mundo la señal de ser un país joven, dinámico con gran riqueza cultural contemporánea. En pocas palabras, si alguien busca un país europeo que no solo viva de tradición, encontrará en España ese “producto”. La Madre Patria se atrevió a vender una realidad percibida muy diferente a sus principales competidores europeos, entre los que se destacan Francia e Italia, países que ofrecen otro tipo de experiencias.
Otro ejemplo de cómo posicionar a un país, es Costa Rica. Este pequeño país centroamericano ha experimentado un crecimiento en sus actividad turística, en una región centroamericana castigada por guerras civiles, inestabilidad política y económica, así como desastres naturales. ¿Qué hicieron los Ticos? Entendieron que tenían dos grandes ventajas contra sus vecinos: Paz social y una riqueza natural en una cómoda área geográfica, propicia para los amantes del ecoturismo. Así, Costa Rica se ha ido posicionando como “la marca” para aquellos que quieren vivir una experiencia “más natural”. Su slogan oficial lo dice todo “Costa Rica, No Artificial Ingredients”.
:::Viaja, descubre. Y vende.:::
En México, aún nos queda mucho por aprender sobre como mercadear un país, sobre todo con los retos actuales (principalmente en lo referente el tema de inseguridad) que experimenta nuestra patria. Y no me refiero a la imagen de nuestro país en el exterior, sino a la riqueza de cada región de esta hermosa tierra, sin embargo, cada vez más vemos ejemplos de ciudades que han realizado cosas interesantes. Si eres de los que tienen la apasionante tarea de vender conceptos turísticos, recuerda que los seres humanos tenemos el espíritu de aventura en nuestros genes, si logras ponerle una etiqueta de “descubrimiento” a tu destino, venderás. Atrévete a hacerlo, verás que es tremendamente rentable.
¡Felices vacaciones!
Carlos Leal Jiménez
Dir. Creativo,
Sr.Smith